Cuando desistimos de llevarlo a la peluquería (gritos, caprichos y llantos de por medio) mi mamá decidió comprar una maquinita y cortarle el pelo ella.
Aunque sigue llorando, al estar en mi casa y no en un ambiente extraño sentado en una silla alta y con una bata de plástico, apenas termina de cortarle el pelo podemos bañarlo y darle una golosina para que deje de llorar (o estaba mal??)
Bueno, entonces cierro esta ¿nota? ¿post? lo que sea recomendando sobremanera cortarles a los niños el pelo en su propia casa (si es que se puede y no se tiene a su disposición un peluquero copado) para ahorrarles una experiencia desagradable y unos berrinches que pueden durar varias horas.